Islas Faroe, en el corazón del Gulfstream, un viaje a la soledad.
Las Faroe son un archipiélago compuesto por 18 islas colocadas en forma de flecha con 1100Km de costa. La corriente del golfo suaviza su clima y obsequia a sus habitantes con unas temperaturas medias muy benignas, entre 3 grados en invierno y 11 en verano.
Su paisaje es agreste ,con montañas redondeadas por el paso de los siglos y que destila una belleza serena. Su paisaje es un continuo contraste entre montañas teñidas de verde y ríos de agua que recorren sus laderas como venas. La niebla, omnipresente, es nuestra acompañante, a menudo escondiendo los tesoros de esta isla, y caprichosa como es, nos obsequia, un instante después, con unas vistas majestuosas por corto espacio de tiempo, como si quisiera desvelar sus secretos paso a paso.
Sus carreteras serpentean flanqueadas por precipicios vertiginosos y túneles angostos, por donde solo puede pasar un coche, que desembocan en pintorescos pueblos con casas multicolores donde los niños juegan encima de los tejados recubiertos de hierba con el fin de proteger las casas de los rigores del clima atlántico.
Son pueblos pescadores donde la gente vive inmersa en la naturaleza pero donde la tecnología ,aunque oculta, también está muy presente, ya que gozan de todos los adelantos de la era moderna.
El viajero que visite este archipiélago quedará sorprendido de que un lugar así siga existiendo en un mundo globalizado, donde sus habitantes forman parte de la naturaleza viviendo en armonía con ella, aunque la parte humana más cruel también aflore en ellos con la intolerable caza de ballenas que tan tristemente ha hecho famosos a sus habitantes.
Las Faroe estuvieron aisladas en el Atlántico Norte durante millones de años hasta que los vikingos las convirtieron en su base de colonización avanzada del Atlántico Norte.
La naturaleza las ha convertido en un paraíso de aves marinas esculpido por el mar con sus agrestes costas del oeste y sus suaves playas del este.
Una visita al archipiélago debe incluir los siguientes destinos:
Kirkjubour : la antigua residencia del obispo de las Faroe hasta que llegó la reforma de Lutero cuando se abolió la diócesis. Las ruinas de la Catedral de San Magnus dominan el lugar.
Vilsoy: Es destino de ornitólogos que visitan el lugar por tratarse de un paraíso de aves gracias a su situación como barrera natural de las tormentas que regularmente visitan Torshavn.
Hestur y Koltur: también llamada "la espalda del caballo" porque parece un caballo descansando. Estas dos islas ofrecen vistas espectaculares con grutas bajo los acantilados, pobladas por miles de aves nidificando.
Eysturoy: Conectada a la isla más larga de Streymoy por el único puente del Atlántico Norte, tiene la montaña más alta de las Faroe, con 882 metros. Esta isla tiene dos pueblos conectados por una pintoresca carretera que atraviesa la montaña.
Klaksuik: Es la ciudad más importante de las Islas del norte de este archipiélago y están conectadas por un largo túnel submarino. Ofrece a sus visitantes unas vistas preciosas de pueblos con casas multicolores fundidas en el entorno.
Torhavn: La capital de las Faroe es actualmente territorio autóctono de la corona danesa y significa "el Puerto de Thor", el Dios del Martillo, representado en el escudo de la ciudad.
Se desarrolló a partir de un antiguo enclave vikingo del siglo X en 1580. Se construyó la fortaleza Skansis porque Torshavn era objeto de continuos ataques piratas. En la década de los años 20 se construyó el puerto que abrió la ciudad al comercio internacional.
Actualmente, su bien conservado casco antiguo es un placentero paseo por callejuelas, estrechos pasillos y casas pintadas de negro con tejados de turba y hierba, genuinamente medieval.
Podemos visitar el Museo de historia Natural con su colección de Geología y Biología isleña; también es interesante la visita del acuario con su fauna autóctona representada.
El pintoresco pueblo pescador cercano a la terminal de cruceros es realmente un espectáculo digno de fotografiar ya que es, en sí, la puerta que abrió las olvidadas islas al mundo exterior y, por ello, su puerto es, quizás, el símbolo más importante de la capital y de las islas; representa lo que ha sido el modo de vida de sus habitante durante siglos: pescadores y mercaderes.
La Galería Nacional de Arte expone una colección interesante de obras de Arte creadas por artistas autóctonos.
Vestarauag, en la bahía del Oeste, cuenta con tres edificios pintados de rojo que forman parte del antiguo centro comercial de Vagsbutn donde en 1768 un comerciante estableció un negocio importando artículos de lujo de las islas del oeste e introduciéndolos de contrabando en el Reino Unido.
La otra parte de la bahía está ocupada por el puerto y almacenes que servían a la flota durante el invierno antes de partir en expediciones de pesca a tierras lejanas como Islandia o Groenlandia.
La estatua de Paul Nolsoe representa a un personaje conocido como marinero, capitán y granjero pero, sobre todo, por ser el poeta de la "balada del pájaro", una oda a las Faroe en la que el pájaro representa a la población desfavorecida.
La Casa del Norte, situada en un mirador que domina toda la ciudad y construida con una arquitectura tradicional y moderna, representa el pasado, presente y futuro de la cultura isleña.
Thorshavn combina historia con modernidad y si visitas estas maravillosas islas hallarás restaurantes, centros comerciales, hoteles y cafés, pero también intimidad y atmósfera centenaria. Con el océano abrazándote por delante y sus altas laderas verdes a tu espalda te sentirás como en el corazón del Gulfstream.
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