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Destinos de arquitectura  - Una lágrima de plata en Pekin
Miércoles, 06 de febrero 2013





















Se trata de un edificio simbólico, del siglo XXI, para mostrar que China se desarrolla y puede satisfacer las necesidades de cultura de la población?. Éstas son palabras que pronunció Zhu Jing, portavoz del organismo encargado de la gestión de la construcción que veremos a continuación.

Cada vez con más frecuencia, la arquitectura moderna trata de asociar la imagen de una ciudad a alguna de sus construcciones más espectaculares. Estas construcciones se convierten en símbolo de dicha ciudad, es decir, en una muestra de su pasado, más o menos reciente. La ciudad de Pekín tiene innumerables edificios vanguardistas que han servido para llevar su imagen a todo el planeta. En este caso, vamos a centrar nuestra atención en el Centro Nacional para las Artes Escénicas.


Nos referimos al Gran Teatro Nacional, que es más conocido como 'El Huevo', debido a su forma elipsoidal. Éste es uno de los lugares más recientes para las artes en Pekín, donde numerosos artistas, tanto nacionales como internacionales, han subido a los escenarios para mostrar todo su talento.


La construcción de este complejo cultural tuvo como objetivo paliar la penuria de salas de conciertos y teatros modernos de la ciudad, ya que Pekín, aunque es la capital de una de las principales potencias económicas y políticas del mundo actualmente, necesitaba su propia ópera moderna. El progreso económico que ha experimentado en los últimos años no vino acompañado del correspondiente progreso en infraestructuras culturales, por lo que se había quedado muy por detrás en este aspecto.


El Gran Teatro Nacional está ubicado en el corazón de Pekín. Fue inaugurado hace cinco años, no sin que hubiera antes múltiples polémicas, retrasos y recortes presupuestarios. Cuenta con un área de construcción de 217,5 metros cuadrados, incluyendo casi 47 millones de metros cuadrados bajo tierra, destinados a garajes. El edificio es una gigantesca estructura de titanio y cristal que alberga en su interior tres auditorios.


La obra arquitectónica está rodeada por un lago artificial, y podemos acceder a ella a través de un túnel subacuático de 80 metros cuadrados. Dentro de la cúpula podemos encontrar grandes recintos que esta destinados a la ópera (con una capacidad de 2416 asientos), sala de conciertos (2017 asientos), teatro (1040 asientos) y de exposiciones. Consta de 21 niveles y 52 ascensores, además de un área comercial y cafeterías. Tiene una capacidad para más de 5500 personas.


La cubierta curvada está resuelta con una estructura reticular de acero de 40.000 metros cuadrados. Sobre las láminas de titanio del techo hay pequeñas luces que simulan una noche estrellada. Los pisos estan cubiertos de mármoles blancos, amarillos y grises provenientes de distintas provincias de China, pero la madera de caoba que se utilizó en los paneles interiores de la cubierta fue importada de Brasil. El arquitecto francés Paúl Andreu, que tiene en su haber obras como el arco de La Défense en París o varios aeropuertos internacionales, fue el encargado de su diseño.


Esta construcción, de belleza imponente y  de un diseño arquitectónicamente espectacular, recuerda levemente a otros edificios ligados inevitablemente a la ciudad en la que se erigen, como la Ópera de Sidney, la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, el First Canadian Place de Toronto, las obras de Frank Gehry…


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