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Editorial - Continúan las catas maridadas en Rincón Asturiano
06 abril de 2013 - Manuel Medina | Arroyo de la Miel –Benalmádena–


























Una nueva velada de cata y maridaje en el prestigioso restaurante Rincón Asturiano nos lleva a una bodega con D.O. Ribera del Duero, pequeña en tamaño pero extensa en cuanto a cualidades y virtudes de sus vinos.

Salvador Cañete, en representación de Bodegas y Viñedos Denébola, y como distribuidor de sus productos, se ocupó de narrar las excelencias de esta bodega. El Director de Rincón Asturiano, Manrique Busto, se encargó de complementar las explicaciones que cada uno de los vinos requerían para su completo disfrute y correcto análisis organoléptico.

Los platos maridados fueron una muy agradable sorpresa, pues son algunos de los que han sido incluidos en la nueva carta que Rincón Asturiano en breve presentará a clientes y medios de comunicación, en un futuro acto del que daremos cuenta. Miguel González, chef ejecutivo de la casa, se supera a sí mismo con este adelanto que ha sido una inmejorable carta de presentación de lo que promete ser una nueva propuesta gastronómica que –estamos convencidos– situará el listón muy alto en la restauración de la Costa del Sol.

Y pasemos a narrar la composición de esta cena maridaje, no sin antes destacar la labor del sumiller David Flores, un profesional cuya juventud no está reñida con el vasto conocimiento que atesora como experto en vinos. Cuatro vinos para cuatro platos que poseían algo en común: en todos y cada uno de ellos el término simbiosis venía a nuestra mente. Y no se trata de un mero calificativo retórico, pues literalmente se generaba una interacción en estrecha relación entre cada uno de los vinos con el plato a degustar. Pero lo más importante era el hecho de que, a diferencia del mundo de la botánica, que es el que acuña este término a finales del siglo XIX, para referirse a la conjunción de dos organismos disímiles, con efectos benéficos para uno de ellos, en este caso el beneficio era mutuo. Vino y comida, comida y vino, en estrecha armonía. Por tanto, una relación simbiótica mutualista en la que ambos elementos de la gastronomía salían beneficiados.

Una ensalada de quesos asturianos gratinados acompañados de una vinagreta de arándanos a la par que de frutos secos fue unida al fresco y muy frutal sabor de un Monsalve blanco de uva Verdejo con D.O. Rueda. Un vino de gran potencia floral en nariz y que al tratarse ya de la añada del 2012 –recién puesta al mercado– puede que ofrezca todas sus virtudes en boca, que son muchas, con un poco más de guarda en botella.

Algunos asistentes italianos celebraron el segundo plato de forma especial, pues se trataba de un Risotto de verduras al queso asturiano ahumado de Pría. Pero no hubo distinción de nacionalidades al coincidir todos los comensales en el especial toque que este queso artesanal aportaba al plato. Un queso elaborado con leche de vaca y oveja, salado por inmersión en salmuera, y posteriormente ahumado de forma ligera con maderas nobles –roble y haya­–. El tinto tempranillo Denébola Roble fue a nuestro criterio el triunfador de la noche, pues, sin desmerecer al resto de caldos, poseía una plausible redondez y equilibrio. Muy logrado y armonizado en sus siete meses de barrica francesa de roble de grano fino. El Risotto entregaba en boca su cremosidad de la mano de los dulces taninos de este estupendo vino.

Y continuaban las sorpresas: Fabes Verdinas con almejas de carril y langostinos. Estas pequeñas y verdes fabes –de ahí su nombre– no son demasiado conocidas y se cultiva de forma exclusiva en Asturias de forma muy limitada en cuanto a la cantidad producida. De piel muy fina sorprende que no se rompa o despegue después de cocinarla. Su secreto tendrá el asunto. La potencia del tinto Denébola Crianza sacó todo el partido a este tradicional pato de cuchara.

Y tras la tradición, la modernidad –al menos en el formato–. No nos cansamos de aplaudir la iniciativa de tantos jóvenes chef –como Dani García con su hamburguesa de rabo de toro– que apuestan por presentaciones desenfadadas y actuales. Pues nada tiene que envidiar a esta última la hamburguesa ibérica con queso asturiano Vidiago tierno, que acompañada de unas crujientes patatas paja, elaboró Miguel González. Con 25 meses de barrica y dos años de reposo, el Denébola Reserva, un vino complejo y con mucho bouquet, aportaba solemnidad al maridaje. El detalle final de coctelería no será revelado en estas líneas, convencido estamos que será el propio Manrique Busto, que gusta de sorprender y agasajar, quien se lo desvele, querido amigo lector, en su segura que próxima visita a Rincón Asturiano.

Rincón Asturiano
Plaza de la Iglesia, Arroyo de la Miel –Benalmádena–
www.rinconasturiano.com
info@rinconasturiano.com
Telf.: 952567628



©Manuel Medina
Escritor y Viajero


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