Editorial - Qualité Selección impulsa la Enogastronomía
11 de mayo 2013 - Manuel Medina | Arroyo de la Miel –Benalmádena
La prestigiosa distribuidora da a conocer algunos de sus excelentes vinos a profesionales del sector, amantes de la enología y medios de comunicación.
Casa Onarres, regentada por José Francisco Serrano, fue el restaurante elegido en esta ocasión por Qualité Selección para el evento que giró en torno al maridaje de seis vinos de tres importantes bodegas. De ellas hablaremos no sin antes más que señalar, subrayar la labor que Enrique Sánchez Kosfeld lleva a cabo. Distribuir los mejores vinos e incorporándolos a las cartas de los mejores restaurantes es la labor que desde hace ya tiempo lleva a cabo este hombre experto en estas lides. Pero no se limita a hacer llegar los mejores caldos a los restaurantes más distinguidos y afamados. Enrique es un hombre cercano, afable, un gran comunicador –dote de la que de forma más que holgada hizo gala–, y sobre todo un profesional al servicio de profesionales. Y es fruto de ese espíritu de servicio que Enrique Sánchez posee por lo que no duda en asesorar al restaurador en el diseño de sus cartas, en como ofrecer los mejores maridajes, sobre cómo llevar en las mejores condiciones el vino a la mesa del comensal… una “herramienta” al servicio del empresario de la hostelería siempre dispuesto a dar lo mejor de sí mismo. Y es el citado espíritu de entrega el que le lleva a potenciar la organización de eventos de gastronomía y enología como fórmula dinamizadora que tan buen resultado ofrece a corto plazo a los restaurantes que se acogen a sus presentaciones y catas. No podemos obviar que además este hombre está rodeado de un impresionante equipo de profesionales, alguno de los cuales, como es el caso de Jorge Alarcón, estaban presentes.
Para la presentación llevada a cabo en Casa Onarres por Qualité Selección las bodegas seleccionadas lo fueron por méritos propios, pues sus mejores vinos fueron sobrada carta de presentación como garante de la excelente calidad de todas y cada una de ellas. Por orden de cata y maridaje, fue el Grupo Berceo con su Blanco Stela Maris, quien levantó el telón. Un vino procedente de una Sauvignon Blanc que acompañó un rulo de queso de cabra salseado sobre brotes. Hizo gala este blanco de una fresca acidez y una notable capacidad retronasal. Luis Miguel Paredes Gómez, delegado de zona de esta bodega, nos comentó sobre la importante apuesta que llevan a cabo extendiendo sus zonas de producción por Rioja, Navarra, Extremadura, Rueda –como en el caso del vino presentado– y Chile; en el caso de América Latina.
Pasamos a la Rioja Alavesa Alta con Bodega Loli Casado, única bodega en España con nombre de mujer y muy especializada en vinos de gama alta. Jaun de Alzate, tinto de 2011, un tempranillo con toques de uva Mazuelo y Graciano, hizo alarde de cuerpo, redondez y largo postgusto. Una vendimia seleccionada con media crianza –cuatro meses– en barricas de roble americano. Un vino fácil de beber que confirma que esta modalidad no por todos comprendida de recortar la crianza es una forma de mantener los tonos olfativos de frutas del bosque sin renunciar a un elegante toque de madera, americana en este caso, lo que subraya ese propósito que intuimos por parte de la bodega de no perder frutalidad. El revuelto de boletus servido por el magnífico equipo de sala de Casa Onarres hizo el resto.
Un crianza de 2009 de esta misma bodega le sucedió para acompañar una tosta en la que el jamón, el lomo de cerdo y el pimiento fueron sabores de intensidad propia al vino que estuvo siendo degustado. Y decimos degustado adrede, que no catado, pues en algunas ocasiones, cuando un vino nos resulta especialmente grato, podemos dejar de lado los aspectos analíticos y simplemente disfrutar del mismo. Éste fue el caso. El tono de la velada subía de intensidad con la llegada del Reserva del 2005 Loli Casado, un vino que precisa ser abierto con cierta antelación para que sus 36 meses de barrica y 12 de botella puedan expresarse, expandirse, y deleitarnos; como deleite fue para el paladar la fabada servida y que provocó que al final de la noche el equipo de cocina de Casa Onarres fuese literalmente arrancado de los fogones para ser justamente homenajeado por los comensales.
No nos cansamos de subrayar las excelentes virtudes que la sinergia entre unas buenas legumbres y unas manos expertas pueden lograr. Enrique Sánchez, nuestro aventajado maestro de ceremonias, coincidiendo con nuestro criterio, se decantó por una opción de maridaje de esta índole. No seremos nosotros los que a la “nouvelle cuisine” quitemos méritos, pero como amantes e incansables defensores de nuestra tradición culinaria, animamos a los restauradores a que no les tiemble el pulso cuando descorchen una de sus mejores botellas para un comensal al que deseen agasajar y acto seguido marquen en mesa con una cuchara.
El “quinto de la tarde” –y por lidiar quedaba– nos cambió de bodega y zona para pasar a la Rivera del Duero de la mano de Bodegas Balbás. “Vinos de Calidad” es la proclama de la propia bodega y gala de ello hicieron. El entusiasmo mostrado por algunos comensales oriundos de Valladolid fue refrendado por todos y cada uno de los asistentes. Esta Tinta Fina, Tinta del País o Cencibel, otras de las denominaciones que recibe la uva Tempranillo, fue nexo de unión entre la sutileza del huevo de codorniz y la rotundez del lomo de orza que lo acompañó. Balbas Crianza 2009 fue la rotunda propuesta de cierre que, junto a una carrillada de cerdo confitada, nos dejó bien claro que las elecciones que Qualité Selección lleva a cabo no son ni mucho menos fruto del azar. Un vino que no debería de faltar en la carta de cualquier restaurador que se precie y que ha ganado el afecto de infinidad de sumilleres en todo el mundo. Los aguardientes, cremas y licores de Nor-Ibérica de Bebidas que procedentes de Orense fueron ofrecidos por Carlos Saavedra y Alejandro Rodríguez, sorprendieron por sus múltiples variedades de sabores.
El encuentro tocaba a su fin y los halagos con que los asistentes obsequiaron a los organizadores no fueron pocos. Profesionales del sector, como era el caso de los propietarios del Restaurante La Cala, Remedios e Isidro Gordo; medios de comunicación y público en general coincidieron en reconocer la calidad de los productos presentados así como el nivel del orador y convencido defensor de los mismos: Enrique Sánchez Kosfeld.
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©Manuel Medina
Escritor y Viajero
