Uruguay y sus playas, un repaso a este destino latinoamericano
Martes, 21 de mayo 2013
Realizamos un repaso en tres entregas por los balnearios, playas y otros rincones a ras del mar en los que disfrutar del buen tiempo de Uruguay en los meses de verano
Uruguay cuenta con una gran variedad de playas para todo tipo de públicos y gustos que lo convierten en uno de los mejores destinos de Latinoamérica. Junto a su clima templado durante todo el año, Uruguay posee playas vírgenes como las de Cabo Polonio o las de Atlántida, cosmopolitas como las de Montevideo, Punta del Este o Colonia, familiares como las de La Paloma o La Pedrera, y románticas como las de José Ignacio o Piriápolis que el turista español apreciará en todo su esplendor. Hacemos un repaso en tres entregas por los mejores rincones soleados del país.
Uruguay posee casi mil kilómetros de playa que se dividen entre el Océano Atlántico y la costa del Río Uruguay. La diferencia entre unas y otras es clara: mientras que las segundas son cálidas, tranquilas y aptas para los más pequeños de la familia, las primeras son más frías, profundas y con un oleaje ideal para surfistas y otros amantes de los deportes acuáticos.
Además de esta variedad de aguas marítimas y de playas, el país cuenta con espacios vírgenes, arenales cerca de los núcleos urbanos, balnearios tranquilos en la costa y modernas playas para todo tipo de públicos, entre otros, que hacen de Uruguay uno de los destinos preferidos para turistas latinoamericanos, europeos y asiáticos que llegan al país.
Como las opciones son múltiples, resumiremos en tres entregas los espacios más importantes y bellos de Uruguay para los amantes del sol y la arena, según sus zonas geográficas dentro del país. Comenzamos con la primera parte:
Punta del Este: El epicentro de lo más selecto en cuanto a turismo extranjero se encuentra en las playas esteñas, compuestas por arena blanca y mar normalmente tranquilo, aunque hay zonas más bravas. Son lugares con hoteles internacionales, con los servicios más exclusivos destinados a la ‘jet-set’ del turismo uruguayo. En esta zona destacan La Mansa, una playa de arena fina, seca y sin olas de gran tamaño que cuenta con un atardecer espectacular desde la isla de Gorriti; La Brava, con arena más gruesa, un mar más fuerte con mayor oleaje y un amanecer digno de los exclusivos hoteles que ahí pueden encontrarse; Montoya, ideal para el surf gracias a sus fuertes olas; Playa de los Ingleses, no apta para los bañistas ya que sopla mucho el viento, pero está situada muy cerca del puerto de Punta del Este, por lo que es un lugar ideal para ver partir los grandes transatlánticos; Solanas, una de las más familiares, ya que sus aguas son tranquilas como las de una piscina; y Chihuahua, conocida por ser frecuentada por personas que practican el naturismo.
Piriápolis: En el departamento de Maldonado, y hasta Punta Negra, las playas de Piriápolis se extienden a lo largo de 25 kilómetros con dos características comunes: blancas arenas y aguas limpias. Construida como el primer balneario de Uruguay, la ciudad de Piriápolis es uno de los mayores testigos de la ‘belle epoque’ del país, con el
Gran Hotel Argentino como principal icono. Entre sus playas destacan Solis, una apacible playa rodeada de pequeñas dunas y vegetación costera; Bella Vista, con una hermosa panorámica de la sierra y el mar en la que el suelo cubierto de cantos rodados la confiere un toque único; Las Flores, con uno de los balnearios más antiguos de la zona, es tranquila y familiar; y Playa Verde, el balneario marítimo más popular de Piriápolis, cuya zona de ‘Los Lamas’ suele estar muy concurrida con gente practicando volley ball y fútbol.
La Paloma: En el departamento de Rocha, sobre la costa oceánica y enclavado en el Cabo Santa María, se ubica este balneario con una extensión de 20 kilómetros aproximadamente, que brinda al visitante arcos de arena fina, piscinas naturales, bahías ideales para hacer deportes náuticos, y sus magníficos atardeceres. Entre las playas más impactantes están Los Botes, con instalaciones de calidad, aguas tranquilas y arena fina y blanca; Solari, reconocible por tener, entre la playa y la costanera, una franja espesa de monte de acacias; La Balconada; una de las más concurridas ya que sus puestas de sol desde el faro son muy aplaudidas por los bañistas, y cuenta con olas muy altas que chocan con fuerza contra la orilla; Anaconda, una playa solitaria, virgen y muy tranquila; y El Cabito, con rocas que forman piscinas naturales con fondos de arena ideales para los más jóvenes de la familia.
Hasta aquí la primera edición de este especial dedicado a uno de los reclamos turísticos más difundidos y reconocidos de Uruguay: sus playas. En breve lanzaremos la segunda parte, con playas igual de bellas, variadas e interesantes que las que aquí se pueden encontrar.
