Editorial: Qualité Selección al servicio de la Restauración
27 de Julio de 2013 - Manuel Medina | Fuengirola -Málaga-
(Foto: Jani Nurminen y Enrique Sánchez Kosfeld)
Qualité Selección continúa eligiendo los mejores restaurantes de la Costa del Sol para organizar sus cenas de catas maridadas en las que ofrecen la posibilidad de degustar sus excelentes vinos. Una magnífica oportunidad para el residente -y el veraneante- de acercarse a la enología y la gastronomía de alto nivel. En este caso, fue seleccionado para este evento el recién inaugurado Restaurante La Leona, un rincón de Finlandia en la turística localidad de Fuengirola que ha puesto en marcha un proyecto gastronómico que sin duda dará mucho que hablar.
Enrique Sánchez Kosfeld y Juan Raya Llorente, miembros de Qualité Selección, coordinaron el acto y comentaron las excelencias de los vinos ofrecidos. Esta joven empresa marca nuevas pautas en el mercado de la distribución y ya en otras ocasiones hemos señalado que su éxito fulgurante queda más que justificado en base a tres simples premisas: cuentan con las mejores bodegas en su catálogo, poseen profundos conocimientos que ponen al servicio del profesional y por último, y no menos importante, unas tarifas imbatibles.
Los platos degustados fueron comentados por Jani Nurminen, director del Restaurante La Leona, y por su Maître, Chrisse Kuusisaari. Al finalizar la cena, la presencia del Chef Markus Rissanen en la sala, acompañado por su equipo de cocina, fue recibida con una clamorosa ovación que no fue sino justo reconocimiento a la excelencia que pusieron de relieve en cada uno de los seis platos ofrecidos. Cocina Nórdica con matices Mediterráneos envuelta en creatividad, pero todo ello sin abandonar la tradición. Un alarde de buen hacer que nos sorprendió, pues es innegable que unas pocas semanas de rodaje -pese a que sus miembros poseen dilatada experiencia previa-, es tiempo más que insuficiente para que un restaurante comience a dar lo mejor de sí mismo. Muy atentos estaremos a la presentación de la nueva carta que Kari Tiihonen, propietario del establecimiento, realizará en breve. Auguramos que este recién nacido -a poco que de sus primeros pasos-, va a convertirse en lugar de referencia para los amantes de la buena mesa y los buenos vinos.
Y hablando de vinos, este capítulo estuvo -salvo en el caso del blanco- protagonizado por Bodegas Arroyo, de Ribera del Duero. Arroyo Rosado, el primero de los vinos degustados, sorprendió a muchos de los comensales. Un atractivo color rosa frambuesa e intenso olor a fresa silvestre con recuerdos a golosinas y caramelos rojos se mostró goloso en boca y envolvente, ligeramente ácido, aportando frescura a la cálida noche de verano. Recordemos que obtuvo en el 2012 el prestigioso premio Envero al mejor rosado. Fue maridado con un Bacalao con puré chirivía y vainilla (la chirivía es una hortaliza similar a la zanahoria, pero de color blanquecino y textura más blanda).
Siguió un Carpaccio de atún con queso de Gorgonzola y rúcula, que fue acompañado por un vino blanco de Bodegas Loli Casado. Procedente de la Rioja Alavesa, este vino ha sido elaborado con uva Viura (nombre con el se conoce a esta variedad en la zona riojana y que en Cataluña se denomina Macabeo). Es la variedad blanca más presente en el norte peninsular y la cepa blanca por excelencia del viñedo riojano, donde habitualmente arroja vinos bien equilibrados, no exentos de apreciable acidez, francos y con frescos y fugaces recuerdos frutales.
El capítulo de vinos tintos se inició con Tinto Arroyo Roble. Tras una crianza mínima de cuatro meses en barrica de roble americano y francés (que puede llegar a ocho meses en función de la añada) presenta un color cereza intenso con leves ribetes cardenalicios. Capa media-alta e intensos aromas de frutas rojas maduras confitadas, fresas, frambuesas, arándanos y moras acompañados con tonos de pastelería, lácteos y recuerdos de vainilla y cacao. Un vino que puede competir perfectamente con los de muchas otras bodegas que se elaboren con mucho más tiempo de crianza. Fue perfecto en su emparejamiento con un Cordero asado con crema agria de hinojo y rábano picante.
Arroyo Crianza, de 12 meses en barrica de roble americano y francés para pasar tres meses en tinas de roble francés y finalmente 12 meses en botella, es un vino muy glicérico rojo cereza. Aromas intensos de frutos rojos y negros muy maduros, con toques florales y lácteos sobre un fondo de maderas, balsámico y especiado junto con tonos de cacao y toffe. Muy agradable en boca, carnoso y equilibrado, con cuerpo. Maridó a la perfección con una Carrillada ibérica con crema de col y polenta con albahaca.
Una tabla de tres quesos no deja de ser algo que no hubiese sorprendido antes de pasar a los postres de no ser por la maestría puesta de relieve por el equipo de cocina al acompañarla de una mermelada de tomate y vainilla magistralmente resuelta. La intensidad de un Arroyo Reserva con 15 meses en barrica de roble americano fino y 24 meses en botella antes de salir al mercado bordó la degustación de estos magníficos quesos. Los leves toques de frutos secos como avellanas y almendras amargas en el retrogusto fueron muy apreciados por los comensales, así como su perfecto equilibrio entre tanino y acidez.
No es tarea fácil encontrar vinos sublimes para maridar un buen postre. Sin duda que son muchas las bodegas que producen vinos dulces, pero a diferencia de los vinos tranquilos en los que se intenta en la mayoría de los casos buscar la excelencia -aunque no siempre se consiga-, en el caso de los dulces, muchos productores se limitan a incorporar esos tonos de dulzor sin ir más allá. Bodegas Arroyo es una excepción en este sentido. Arroyo Vendimia Tardía es un vino cuya uva Tinta del país (Tempranillo) ha de esperar a Diciembre para ser recogida. Esta sobremaduración da origen a un vino dulce elaborado con uvas tintas. Un vino dulce natural rojo intenso, frutal y floral. De sabor fresco, equilibrado, aterciopelado y con buena estructura. Un vino delicioso que se entregó al disfrute de una Marquesa de chocolate con sorbete de mora y ensalada de frutas que incorporaba este mismo vino en su emplate.
No podemos dejar de mencionar el excelente servicio de sala que Restaurante La Leona llevó a cabo. Un buen servicio es lo que se presupone -y se ha de exigir- en cualquier restaurante, pero un servicio excelente es lo que en muchos casos marca la diferencia. Tras el ágape, Qualité Selección brindó una variadísima selección de los licores que distribuye, lo que dio ocasión a una dilatada sobremesa en la que los privilegiados participantes de este evento tuvieron la oportunidad de conversar -pero sobre todo elogiar su labor- tanto con los miembros del equipo de Restaurante La Leona como con los de Qualité Selección. Gracias a profesionales como los al principio de esta reseña mencionados, las noches de la Costa del Sol se van convirtiendo en referencia ineludible de la más alta gastronomía internacional.
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©Manuel Medina
Escritor y Viajero
