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La Mansiega
Enero de 2014 - Manuel Medina | Torremolinos (Costa del Sol)
   

































    "La Mansiega del amo ya se ha acabado y el cordero en la lumbre ya se ha abrasado. La Mansiega traemos con la fresquita, porque no se acalore la pobrecita. A la puerta del amo digo y diré que me saquen la bota para beber"

    Así rezaba la letra de un canto labriego recogido y rescatado por García Matos en su Cancionero Popular. La "Mansiega" era una costumbre festiva campesina que se celebraba después de cada cosecha. Pese a que en cada localidad poseía rasgos propios, la celebración de "La Mansiega" solía estar presidida por una cruz que se hacía en el campo con las espigas más grandes cuando se trataba de la siega, o con pámpanos con gruesas uvas en el caso de la vendimia y para la cosecha de la oliva, con ramas bien cuajadas de aceitunas. El adorno se completaba con flores y con cintas de colores. Se trataba, en definitiva, de festejar la finalización de las labores del campo, máxime si la madre tierra había sido generosa otorgando una buena cosecha. En algunas ocasiones la cruz se depositaba en el portal de la casa del amo, sustituyendo a la vieja, que se quemaba para cocinar la cena con que el amo obsequiaba a su cuadrilla. Podía girar el ágape en torno a un guisado de cordero con patatas. Curiosa era la costumbre de colocar una mesa en el centro del portal, a su alrededor se situaba la cuadrilla y cada uno de sus miembros iba metiendo por turno su cuchara en la fuente del guisado, pero cuando el mayoral dejaba enhiesta la suya en el centro de la misma, eso indicaba que llegaba el momento de beber. Entonces se hacía circular una bota de vino. Cantos y bailes ponían colofón a festejos de los que ya apenas queda más que el recuerdo.

    Roberto Mata, joven empresario vinculado al mundo de la gastronomía, ha querido rescatar esta tradición bautizando con ese bello término a su último proyecto empresarial: Taberna Mansiega. En la historia de su nombre -Mansiega-  está implícita la filosofía de este restaurante que no es otra que una apuesta decidida por los magistrales ingredientes tradicionales de nuestra tierra, pero aportándoles influencias y sabores contemporáneos. Ubicada en pleno centro de Torremolinos, junto a la transitada calle San Miguel, su ambientación y decoración nos ha de sorprender, pues conviven en perfecta armonía lo rústico y lo industrial, la madera y los materiales más vanguardistas, subrayando lo ya expuesto: tradición y modernidad que se dan la mano tanto en los espacios concebidos como en los platos que la carta nos brinda.

    Cuando de gastronomía hemos de hablar, se acepta comúnmente como término metafórico, hablar de "los platos" para referirnos a las elaboraciones. Esto se ha de matizar en el caso de Taberna Mansiega, pues el propio chef -al que en breve nos referiremos- nos afirmó de forma tajante: "no me gustan los platos". El servicio en sala se lleva a cabo en los más originales y creativos soportes, sin duda que hay ocasiones en que no cabe otra opción más que usar el tradicional plato, pero incluso en esos casos, la creatividad en la composición es apabullante. Tentado estamos de dar algunos sorprendentes ejemplos de ellos, pero los que se animen a visitar este restaurante nos agradecerán que no lo hagamos. Si sorprender es lo perseguido, desvelar es lo desaconsejado.

    José Abril, un granadino formado en la Escuela Superior de Hostelería y Gastronomía de Toledo y que acumula experiencia en varios restaurantes repartidos por toda España, alguno de ellos con Estrella Michelin, es un chef con las ideas muy claras. Rodeado de un magnífico equipo de cocina muy coordinado con el de sala, nos obsequió con algunas frases de entre las que entresacamos la siguiente, por ser compendio del trabajo implementado en sus fogones: "…quiero hacer una cocina en la que la gente participe y se divierta".

    La carta es variada, muy original y apta para todos los bolsillos. Citaremos algunas de sus propuestas. Junto a las ensaladas, quesos e ibéricos conviven a modo de entrante el Carpaccio de solomillo de buey o la Milhojas de foie con manzana caramelizada y queso de cabra. Los crujientes de morcilla o de gambas se pueden rematar con tradicionales cucuruchos de "pescaito frito" o con croquetas "del puchero", de bacalao o de espinacas con nueces. Un formato muy en boga es el Miniburger y junto al de buey se oferta la curiosidad de un Miniburger de boquerón de Málaga. El Ceviche de vieira o el de rape se brindan sobre sendas bases de lima, plato muy fresco que tiene su contrapunto en la contundencia de sabor de los Tacos de rabo de toro y mole. Para "picoteo" los rulos, las "rebanás" o las roscas  son magníficas opciones. Como postre un Coulant de chocolate puede ser el broche perfecto.

    La carta de vinos no podía estar al margen de la original carta. Para el amante de la enología o simplemente, si deseamos catar algo distinto a las D.O. de siempre con las bodegas "de toda la vida", estamos en el sitio correcto. Es por ello que junto a sublimes Riojas o Riberas del Duero conviven y destacan bodegas de Rías Baixas, Huesca, Segre, Penedés, Uclés, Priorato, Chile y claro está. D.O. Málaga.

    En breve, Taberna Mansiega pondrá en marcha distintos eventos además de catas de prestigiosas bodegas. Atentos estaremos para dar debida cuenta de ellos. Animamos desde aquí al visitante o residente de la Costa del Sol a acercarse a Restaurante Taberna La Mansiega, un rincón perfecto en el que disfrutar de las reuniones, del buen vino y de la buena comida.

Taberna Mansiega
C/ Las Mercedes, 14
29620 Torremolinos - Málaga
Tlf: 951501015

   
©Manuel Medina
Escritor y Viajero
   


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