Sushi, "el bocado perfecto"
Manuel Medina. Benalmádena Costa. Marzo de 2014.
El sushi ha pasado de ser un plato exótico a convertirse en algo casi habitual en la restauración y los hogares españoles.
Viernes noche. Pareja joven, bar de copas, luz tenue azulada, cómodos sofás tapizados en blanco, minimalismo y ambientación musical chill out. Sobre la mesa, dos copas de cava, un pequeño cuenco con oscura soja moteada de verde wasabi y una bandeja de sushi con variadas piezas dispuestas simétricamente con una precisión casi matemática. La destreza en el manejo de los palillos denota que no es la primera vez que los emplean.
Sábado tarde. Un nutrido grupo de amigos guarda cola en la caja de un supermercado. Cuarenta y cinco minutos faltan para el esperado derbi futbolístico. Un único carrito alberga la trilogía de la informal cena que será devorada frente a una pantalla de plasma de infinitas pulgadas: latas de cerveza, bolsas de patatas fritas y una pléyade de trasparentes cajas de sushi.
Domingo once de la mañana. Matrimonio en pijama enfrascado en la cocina. Él remueve con el shamoji el arroz en lo que vierte el vinagre. Ella extiende alga nori en la esterilla. Dos niños descalzos y con el pelo arremolinado entran apresuradamente en la cocina y emocionados comienzan a gritar: ¡Sushi, sushi, hoy comemos sushi!
Estas estampas casi costumbristas no suceden en Kioto, Osaka o Tokio, que también, sino pueden acontecer en cualquier ciudad de nuestro país. Pocas son las personas que no visualizan esta elaboración al oír pronunciar su nombre, muchas las que lo han probado alguna vez y bastantes las que la están incorporando a su dieta. Ya lo hicimos hace años con la pizza. Está sucediendo algo similar con este formato de comida japonesa. Pese a que la cocina oriental en general hace bastante que aterrizó en España, ningún plato concreto acababa por convertirse en estandarte. Son muchos los méritos que posee para ser el elegido: es estético, original, exótico, saludable, fresco, delicioso…
Pero por más que nos extendamos adjetivizando sus virtudes hay una frase contundente que explica su éxito: "es el bocado perfecto". Tan acertada expresión no es patrimonio del famoso sushiman Nobuyuki "Nobu" Matsuhisa, reinventor de la cocina nipona en EE.UU., socio de Robert de Niro y creador de un imperio restaurador que arroja millones de dólares de ganancia anual -lo conocerán también por su participación como actor en Casino, Austin Powers o Memorias de una Geisha-. "El sushi es el bocado perfecto" fue la reveladora y contundente locución que tuve ocasión de oír en el transcurso de un encuentro gastronómico celebrado en uno de los mejores restaurantes japoneses de Andalucía. Quién la pronunciaba era uno de los más preclaros restauradores que he conocido: Manrique Busto.
Jueves nueve de la noche. Cena maridada en Restaurante Rincón Asturiano. Vinos rosados entrelazados con frescas ensaladas, potentes tintos regando las carnes. Pero como antesala a todo ello, un vino blanco. Barón de Rivero, un chardonnay de Sierras de Málaga. Y como plato, bandeja de Sushi. También los fogones asturianos, como otros tantos, dan la bienvenida a la gastronomía nipona. A la enseña con la Cruz de la Victoria en amarillo sobre fondo azul, estandarte del Principado de Asturias, se unió por unas horas la insignia imperial del Sol Naciente. Que en el mundo de la gastronomía esta bandera ondee junto a muchas otras sin tener necesariamente que llevar a la fusión, vocablo del que se ha abusado, pues más hermoso se nos antoja, al menos en este caso, la unión.
©Manuel Medina
Escritor y Viajero
Rincón Asturiano
Plaza de la Iglesia, Arroyo de la Miel - Benalmádena
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