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Bodega Niño de la Salina. Espíritu joven, ideales antiguos
Manuel Medina. Diciembre de 2014.
































Fontalba & Capote es una empresa apasionada, muy sentimental, asociada a su tierra y a su pueblo. Niño de la Salina es la bodega que poseen y cuyos magníficos vinos son consecuencia directa -así lo creen y así lo proclaman- de ese amor que sienten por sus raíces.

Amanece en Almargen, una localidad situada en la Serranía de Ronda, entre la Sierra de Cañete y Sierra Zorrito. Un vehículo todo terreno atraviesa su plaza principal y pasa junto a la iglesia de la Inmaculada Concepción. La sierra de Almargen y el paraje del río Salado reciben los primeros rayos de sol. Dos hermanos, atravesando campos de olivos, de cereal y girasol, se dirigen a su viñedo. "Niño de la Salina", este es el nombre de su bodega, pues de este modo es como les llaman. Nombre que han heredado de sus antepasados, así como herencia fue concluir la labor de un padre al que la posguerra truncó el sueño de construir su propia bodega.

En 1986, Francisco y Andrés Fontalba Capote, retomarían el camino que su padre inició para llevar a término aquel inconcluso proyecto. Entusiastas del vino -pasión que han contagiado a sus hijos que, en la actualidad trabajan en la bodega-, sólo conciben la elaboración desde una completa y absoluta gestión de todo el proceso productivo: de la tierra a la mesa. Sus exclusivos vinos son cosechados, elaborados y embotellados en Almargen, bajo la marca "Andresito" en honor al padre de ambos, que fue quien realmente comenzó la actividad tantos años atrás. La bodega es pues un homenaje a aquel hombre, a "Andresito", al "El niño de la Salina".

Andrés y Francisco bajan de su vehículo. Sus vides les saludan. El imponente paisaje se haya flanqueado por lo que pudiera pensarse fuesen modernos molinos eólicos. Pero no, permítasenos creer -en lo que la fantasmagórica neblina matinal acaba de despejar y reivindicando una quijotesca visión-, que son gigantes que no molinos. Gigantes que parecen custodiar y proteger un secreto. A poco que miremos a nuestro alrededor, ese secreto quedará desvelado. Brillantes uvas moteadas de gotas de rocío que relucen cual si fuesen talladas gemas que, formando racimos, estuviesen prendidas de los retorcidos y vetustos troncos de las cepas.

"El secreto para conseguir un buen vino no empieza en la bodega, sino en la tierra, en la viña, en el cuidado y el cariño que tu le pongas. Y no sólo cuidarla y mimarla, hay que ir a verla, hay que estar en la viña. Es ahí donde comienza el secreto de un buen vino". Con estas rotundas palabras, Andrés Fontalba Capote muestra ese incondicional y fiel amor por los frutos de la tierra que le vio nacer. Su hermano, Paco Fontalba, remata: "Hay que estar en la viña, no se puede dejar a las plantas solas. La viña es como una novia, hay que ir todos los días a verlas y cuidarlas".

Bodega Niño de la Salina y su fantástico vino "Andresito", en cada una de sus variedades, representan una forma personal de hacer vino, una forma distinta de entender el mundo a través de la viticultura y la enología. Una forma de unir lo tradicional y lo contemporáneo. La propia etiqueta de "Andresito" es antesala de todo ello. Diseñada por Samuel Granados, jefe de diseño gráfico del Washington Post -el diario más influyente del mundo junto con el New York Times-, encierra en su concepto la arriesgada pero exitosa apuesta de hacer vinos distintos que se anticipan a un futuro próximo en el que colectivos como los jóvenes y la mujer tendrán mucho que decir, pero que parten desde el absoluto respeto a lo tradicional y que agradan a todos. Casi 30 años de experiencia dedicadas en cuerpo y alma a elaborar vino de calidad con personalidad propia. Vinos amparados por el Consejo Regulador de las Denominaciones de Origen Málaga y Sierras de Málaga, y que además forman parte del exitoso proyecto "Sabor a Málaga", que agrupa a los mejores y más representativos productores de la industria agroalimentaria de la provincia de Málaga.

Sus vinos tranquilos, así como los dulces, comienzan a obtener un más que merecido reconocimiento en un mercado, como es el del vino, en el que la excelencia unida a la personalidad es siempre bien acogida. Perteneciente a la Denominación de Origen Sierras de Málaga, Andresito Tinto es un coupage de uvas Cabernet Sauvignon y Merlot. De un color rojo cereza intenso con ribetes violáceos, posee aromas intensos y muy frutales, con recuerdo a frutos rojos. En boca se presenta suave, carnoso, y con destacado sabor a grosella madura. El vino dulce Andresito Moscatel, con Denominación de Origen Málaga, es una elaboración realizada de forma exclusiva con la afamada uva Moscatel de Alejandría -que en justicia habría que llamar Moscatel de Málaga-. Un vino que ha de ser servido a una temperatura de entre 8 a 10ºC y que se presenta con un bello color amarillo dorado, limpio y brillante. Aromas intensos a fruta fresca y amoscatelados. En boca la entrada es larga, untuosa y redonda. Su segundo dulce, amparado también por la Denominación de Origen Málaga y elaborado con Pedro Ximenez presenta un color caoba, limpio y brillante. En nariz aromas a pasas e higos y en boca una entrada larga, equilibrada y con postgusto a fruta confitada.

La calidad de estos vinos no es fruto del azar. Ni mucho menos, Andrés Fontalba comenta que "…me impactó al principio la minuciosidad de nuestro enólogo, el cuidado que ponía en cada detalle. Yo le preguntaba que importancia podía tener este o aquel pequeño aspecto. Apenas lograba que me respondiese. Pasado un tiempo, y tras miles de detalles que observé y sobre los que le preguntaba, fue cuando finalmente me contestó: Andrés -me respondió finalmente-, esos mil detalles sobre los que me has preguntado, son los que sumados, van a hacer que consigamos un buen vino". Cuidar el detalle y no cejar en el empeño es lo que Paco Fontalba subraya: "Hemos alcanzado unos grandes resultados tras muchas dificultades, pero ha merecido la pena. El resultado ha sido obtener un magnífico vino de calidad. Esa era nuestra meta y esa es hoy nuestra vida".

Para Andrés, el espíritu que les mueve queda encerrado en un principio básico: "Nuestra bodega siempre mantendrá una frase de Montserrat Navas, mi esposa y también propietaria: Espíritu joven e ideales antiguos. El espíritu joven es la iniciativa, la vida, el esfuerzo, el sacrificio. Ideales antiguos es mantener todas las tradiciones de nuestros antepasados y que nuestros hijos heredarán de nosotros". 
Cae la tarde. Las alargadas sombras de los molinos eólicos parecen tumbarse sobre el viñedo para descansar tras la larga jornada. Andrés y Paco regresan a casa. Mañana… más.

Bodega Niño de la Salina
C/Corredera, s/n
Almargen (Málaga-Spain)
Tlf (+34) 952 182 608
info@fontalbacapote.es



©Manuel Medina
Escritor y Viajero



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