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Bodegas Gordonzello, 20 años mirando hacia el futuro
Manuel Medina. Septiembre de 2015.

































Los mejores vinos de la D.O. Tierras de León. Junto al cauce del río Cea, en la población leonesa de Gordoncillo, se encuentran los viñedos de Bodegas Gordonzello. Un lugar perfecto por sus especiales condiciones de suelo y climatología.

La Historia

Y todo comenzó por la unión de un centenar de viticultores en un intento casi desesperado por salvar sus viñas. Corría el año 1995. Apenas quedaba media docena de parcelas de terreno dedicadas al cultivo de las cepas en Gordoncillo (León). La viticultura tenía sus días contados en esos parajes. En abril de 1995 se constituyó Gordonzello S.A., con el apoyo de 101 socios, que aportaron sus 305 hectáreas de terreno. Durante ese mismo año y los primeros meses de 1996, estos emprendedores viticultores se empeñaron en reconvertir los viejos viñedos diseminados e improductivos en una explotación rentable. Entre los años 1996 y 1998 se llevó a cabo la plantación en una superficie de 205 hectáreas preparadas para ser mecanizadas. Los cimientos estaban puestos.

En el año 2002 nace finalmente la nueva bodega. Edificada sobre una parcela de más de 47.000 m2 en donde se pusieron en marcha unas instalaciones modernas e innovadoras. El trabajo, la constancia y la ilusión dieron sus frutos. Gordonzello se consolidó desde sus orígenes como una de las bodegas más prometedoras de cuantas conforman el panorama vitivinícola nacional. Sus creadores y los que en ella trabajan vieron pronto recompensados sus esfuerzos. En su larga trayectoria, los vinos de Prieto Picudo, Albarín y Verdejo de Bodegas Gordonzello han conseguido sendos premios nacionales e internacionales. Gracias a estos hombres y mujeres, la localidad de Gordoncillo no sólo recuperó definitivamente su pasado vitícola, lo proyectó al futuro. Un homenaje a todos ellos es el Museo de Variedades que se encuentra situado frente a las instalaciones de elaboración y crianza de la bodega y que cuenta con 101 variedades de uva de todo el mundo en honor a los 101 accionistas originarios.

El espíritu asociacionista con el que nació Bodegas Gordonzello -hace ahora veinte años- aún sigue vivo. De algún modo sus fundadores mantienen esta esencia mediante lo que dan en llamar "La Cofradía Gordonzello". Todo aquel que posea interés por la cultura vinícola y desee pertenecer a un grupo de amantes del vino que disfruta de una especial relación con la Bodega puede ser Cofrade. Ser uno más en Bodegas Gordonzello, vivir la bodega, a la par que gozar de una serie de especiales privilegios. Incluso podemos adquirir nuestra propia Barrica Bordelesa de 225 litros y disponer de cuatro añadas consecutivas de sus vinos o adquirir el contenido de una añada en barrica propiedad de Gordonzello para nuestro disfrute, que será vigilada continuamente por los enólogos de la bodega para que evolucionen de la mejor forma posible. Incluso podemos personalizar las etiquetas de nuestras botellas. Una original iniciativa la llevada a cabo por esta bodega, que también apuesta por el Enoturismo en su afán por divulgar y compartir la cultura del vino, ofreciendo visitas enológicas así como rutas por sus viñas.


La tierra y la uva

Gordonzello posee 205 hectáreas de viñedo propio, dividido en 8 parcelas, diferenciadas entre ellas por el tipo de variedad y la orientación. La altitud media es de 750 metros y el clima es continental. Inviernos fríos y veranos cortos y calurosos con variaciones importantes de temperatura entre el día y la noche. Las precipitaciones rondan los 500 milímetros anuales, siendo escasas en verano. Los suelos se asientan sobre las terrazas aluviales del río Cea. Pobres en materia orgánica y con abundante canto rodado en superficie.

La plantación del viñedo se llevó a cabo entre 1996 y 1998 en espaldera y con una densidad de algo más de 2.000 plantas por hectárea. Las variedades principales son las autóctonas de la D.O. Tierra de León: Prieto Picudo y Albarín junto a Tempranillo y Mencía y como blanca la Verdejo. Estas variedades proporcionan blancos frescos y afrutados así como tintos y rosados con mucha personalidad y sobre todo muy adecuados para su crianza en barrica.

Los Vinos

PEREGRINO Blanco Verdejo, luminoso de color amarillo, con aromas varietales y ciertos tonos cítricos y frutas tropicales como la piña. En boca es sabroso, untuoso y goloso, con cierta acidez que le da equilibrio y persistencia. PEREGRINO Albarín, de color amarillo pajizo con tonalidades verdosas, es otro de sus blancos. Presenta aromas varietales, con apuntes cítricos, frutas tropicales, fruta blanca de hueso, florales y recuerdos herbáceos. En boca es seco, ágil, persistente, con una acidez equilibrada y muy untuoso. DOLCA Blanco Dulce es un verdejo que ha cautivado a mercados tan exóticos como el chino, cosechando importantes galardones en varias ediciones del China Wine & Spirits Awards. Con aromas a frutas tropicales como la piña, en boca es sabroso, untuoso y goloso, con cierta acidez que le da equilibrio y persistencia. Y en una elegantísima botella, KIRA Albarín posee un aroma intenso y potente, con cierta complejidad debido a su fermentación y crianza en barrica nueva de roble francés. Predominan toques cítricos, florales y algo frutales. Sedoso en boca, con cierta acidez y ligeros tostados que dejan un agradable recuerdo. Cuatro magníficos y originales vinos blancos, cada uno de los cuales con su propia personalidad, pero que tienen en común su gran calidad.

En cuanto a rosados, PEREGRINO Prieto Picudo posee un color frambuesa con reflejos violáceos con presencia de finísimas burbujas. Una fina conjugación de aromas frutales y florales de elevada intensidad. En boca es equilibrado, con larga persistencia y ligero amargor propio de la variedad y de la técnica de elaboración. Otro de sus rosados es GURDOS, de la misma uva que el anterior y en este caso con reflejos azulados y también finísimas burbujas. Aromas a fruta roja como fresa, granada y notas florales como violeta. Es un vino fresco con un agradable paso por boca y una acidez equilibrada. ANTOJO Rosado dulce ya anticipa en su propio nombre su perfil. De color rosa fresa con reflejos violáceos y potente nariz con aromas a fresas, moras, piruletas y fruta escarchada, en boca es un vino fresco, de entrada dulce y paso largo, con una buena acidez y final persistente y chispeante. Tres vinos rosados que rompen definitivamente la leyenda de antaño de que en nuestro país no se obtenían grandes rosados.

Y vamos con los tintos, que además de su gran calidad, tienen en común estar elaborados al 100% con la uva Prieto Picudo. PEREGRINO Tinto Joven, de color rojo picota con reflejos azulados. En nariz destacan sus aromas de frutas rojas, como mora y toques florales como violeta. En boca se caracteriza por su acidez equilibrada, un tanino sedoso y agradable y final persistente. PEREGRINO Tinto Roble, con crianza de 3 meses en barricas bordelesas de roble francés, americano y húngaro. Vino de color rojo picota con reflejos violáceos. Aroma intenso, frutas negras y compotas. Notas florales, como violeta, ensambladas con torrefactos y especias, propios de su envejecimiento en barrica. Vino estructurado, con acidez, paso agradable y persistente. PEREGRINO Tinto Crianza posee 6 meses en barricas de roble francés, americano y húngaro. De color rojo picota apreciamos aromas procedentes del envejecimiento en barrica y frutas maduras características de la variedad de uva. En boca es un vino agradable, bien estructurado, con taninos suaves y acidez equilibrada. PEREGRINO Tinto Reserva alcanza los 12 meses en barricas de similar tonelería que los anteriores. Su color rojo rubí y su nariz elegante y compleja regala aromas de sotobosque y predominio de los tostados con toques especiados procedentes de la madera. En boca es un vino equilibrado, seco, potente, especiado y con un fino amargor.

Sumemos a los anteriores otras dos magníficas elaboraciones: PEREGRINO 14, cuyo nombre hace referencia a los meses de guarda en barrica. Es un vino de color granate intenso. En nariz se aprecia la fina conjunción de maderas nobles y fruta madura, destacando especiados como hoja de laurel, chocolates y torrefactos. En boca es un vino agradable, persistente y equilibrado con finos taninos. Y el segundo es PEREGRINO mil100, con 15 meses en barricas de roble francés. Embotellado el mes de mayo de 2013, se procedió a su crianza en botella. Vino de color rojo cereza con tonalidades violáceas. Presenta una nariz potente y elegante resaltando en un primer impacto la armonía de la fruta madura del tipo a la ciruela con la madera, aromas especiados, como hoja de laurel y tabaco, dando paso a chocolates y cafés. Persistente y redondo a su paso por la boca con un largo final muy bien estructurado.



BODEGAS GORDONZELLO
Alto de Santa Marina, s/n
Gordoncillo (León - España)
Telf.: +34 987 758030
info@gordonzello.com


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