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Bédar, turismo rural en la Sierra de los Filabres
Manuel Medina. Octubre de 2016.


































Bédar es uno de los pueblos más sugerentes -y sin embargo no muy conocido- de la provincia de Almería, a 88 kilómetros de la capital. Desde siempre ha atraído a intelectuales, pintores, músicos y actores, fascinados por su carácter intemporal.

El municipio está ubicado en la sierra de Filabres, cuyo punto más alto es el cerro de Tenderas, conocido popularmente como Cerro de la Señora. De origen morisco, su historia se remonta a la Edad Media, cuando los musulmanes se asentaban en la Tierra de Vera. Pasado musulmán omnipresente en Bédar. Pasear por sus retorcidas callejuelas es llevar a cabo un viaje en el tiempo a aquellas remotas épocas. Sus campos de cultivo dispuestos en escalonadas terrazas alrededor de balsas y fuentes dan también fe de ese pasado árabe. Y no sólo el campo y la urbe siguen siendo testigos, leyendas populares sobre ocultos tesoros y demás historias sobre los moros aún van de boca en boca.

Hacia 1505 fue constituida la parroquia de Bédar, siendo al principio utilizada para el culto la antigua mezquita. La actual iglesia fue ordenada construir por el obispo Antonio Carrionero a mediados de ese siglo, con tres naves y que en la restauración de 1682 incorporó una bóveda. Es el escudo de este obispo el que se observa sobre su puerta de entrada. Sus titulares son Santa María de la Cabeza y San Gregorio.

Gran importancia para sus habitantes tuvo la minería, que también se remontan a la época árabe, aunque su auge comienza en 1888, alcanzando posteriormente gran apogeo. En la actualidad esta actividad industrial quedó atrás, pues en los años setenta cerraron definitivamente las explotaciones. Lo que si podremos visitar es el importante legado arqueológico industrial que se ha conservado y puesto en valor. Señalemos que para el transporte del mineral se instaló el cable aéreo más largo de España y segundo de Europa en aquella época, que iba desde Serena a Garrucha. No deja de ser que en el siglo XIX la actividad minera del municipio de Bédar marcó una etapa de gran prosperidad, siendo la tercera cuenca de extracción de mineral de hierro en importancia que tuvo la provincia.

Y tras estas pinceladas históricas, demos un paseo por la localidad. Privilegiado mirador por su localización montañosa, este pueblo posee una de las mejores panorámicas del litoral almeriense y las sierras de la comarca. De ello disfrutaremos especialmente desde el Mirador de la Plaza de San Gregorio, conocido también como "El Balcón del Levante", lugar donde los vecinos rinden homenaje a los hombres y mujeres que trabajaron duramente en la minería al haberles erigido recientemente el Monumento de Homenaje al Minero.

Bédar ofrece junto al aire musulmán ya citado de sus calles pendientes y estrechas el blanco de sus casas y el colorido de sus geranios. Y como telón de fondo el azul del Mediterráneo y las montañas que lo enmarcan. Y sus gentes, sin duda uno de sus grandes atractivos. Gente abierta, afable. De su millar de habitantes, la mitad proceden de otras latitudes, principalmente británicos y alemanes. Se dice que los primeros moradores de Bédar la eligieron para protegerse de los piratas del mar, al ser un lugar apartado. Hoy la conjunción de su bello paisaje junto a la tranquilidad que en él se respira son también refugio de los que buscan esa paz. En estos últimos años Bédar se ha convertido por todo ello en una zona residencial muy cotizada.

La minería del siglo XIX dio paso a la agricultura y el turismo, en la actualidad sus principales actividades. El valor histórico, paisajístico y medioambiental que Bédar nos ofrece es más que sobrado motivo para conocerlo. Disfrutaremos de sus rutas de senderismo, así como de la belleza de su casco urbano. Su gastronomía, una climatología excelente y el calor humano de sus gentes nos esperan en Bédar.



Nuestro más sincero agradecimiento al Servicio Provincial de Turismo de la Diputación de Almería y a la organización del Salón Internacional de Turismo EUROAL por la colaboración prestada para la elaboración de este reportaje.



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