REPORTAJE Primer mensaje de "reconciliación" del papa en Cuba
Martes, 27 de marzo 2012
Por Isaac Risco (dpa)
Santiago de Cuba, 27 mar (dpa) - "Diálogo" y "reconciliación" fueron algunas de las primeras palabras pronunciadas por el papa en Cuba. El primer acto público de Benedicto XVI en la isla, sin embargo, se vio también empañado por un breve incidente con un hombre que gritó consignas contra el comunismo en la Plaza de la Revolución de Santiago.
Pese al visible cansancio en su rostro tras el vuelo que lo trasladó desde México, Joseph Ratzinger cumplió con todo el programa de su primer día en la isla, donde se dirigirá en total cuatro veces en público a los cubanos. Los mensajes del pontífice son seguidos con especial interés tanto dentro como fuera del país, debido sobre todo a las diferentes expectativas que genera su visita.
Dos veces habló el papa el lunes en Cuba. A las "justas aspiraciones de todos los cubanos, dondequiera que se encuentren", dedicó partes de su mensaje de saludo en el aeropuerto de Santiago. Allí fue recibido por el presidente Raúl Castro.
Y con un llamado a "construir una sociedad abierta y renovada" cerró luego su homilía en la plaza Antonio Maceo de Santiago, a 900 kilómetros de La Habana y la primera de las dos paradas que hará en la isla en poco más de 48 horas.
Pese a que la Iglesia católica subrayó en los días previos el carácter pastoral de la visita, el propio Benedicto aumentó las expectativas con las declaraciones que hizo al abordar el avión que lo llevó el viernes a México. En ellas, el papa habló de la necesidad de crear "nuevos modelos" alternativos al marxismo en la actualidad.
Raúl Castro reiteró el lunes en Santiago el "afecto" y el "respeto" con el que Cuba recibe al papa, aunque también defendió el "modelo social" cubano de las "calumnias" desde el extranjero.
"Sin razones a Cuba se la calumnia, pero nosotros confiamos en que la verdad, de la que jamás nos apartamos, siempre se abre paso", dijo Castro en su mensaje de bienvenida al pontífice en el aeropuerto, en el que también criticó el embargo de Estados Unidos contra Cuba.
La Habana espera que el papa critique en la isla el embargo de Estados Unidos, como ya hizo en 1998 el papa Juan Pablo II en su histórica visita a la isla.
El líder cubano subió más tarde las escaleras del altar en la plaza para saludar a Benedicto tras la misa.
La Plaza de la Revolución de Santiago, con capacidad para unas 100.000 personas, se terminó de llenar pocas horas antes de la misa. Pese a que no alcanzó la euforia de las visitas papales en otros países de América Latina, el pontífice alemán fue recibido con cálidez en las calles de Santiago.
Los vecinos de la ciudad colgaron banderas del Vaticano y de Cuba en sus balcones para saludar al pontífice en su primer viaje a la isla. También los asistentes a la plaza celebraron a Benedicto con pañuelos blancos.
El "papamóvil" dio una vuelta por la plaza antes de dejar al pontífice delante del altar, vitoreado por los vecinos de Santiago y por peregrinos llegados de provincias como Camagüey y Ciego de Ávila. La misa empezó con una hora de retraso respecto a la hora prevista.
"Esperamos lo mejor, mucha paz", señaló sobre sus expectativas Raiza, que llegó a la plaza a las nueve de la mañana. En particular, señaló la vecina de Santiago de 37 años, ella espera que la visita de Joseph Ratzinger ayude a "que se puedan resolver los problemas, sobre todo el bloqueo", dijo en referencia al embargo norteamericano.
El acto se vio empañado por un incidente con un presunto opositor que intentó llegar al altar poco antes del comienzo de la misa.
"Abajo el comunismo", gritó el activista, que se abalanzó de forma inesesperada hacia el altar poco antes de que empiece la misa. El hombre fue rápidamente reducido por efectivos de seguridad y llegó a ser agredido por algunos asistentes.
El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, confirmó el incidente poco después. "Había un joven que se acercaba en dirección al altar y que gritó algunas palabras contra el comunismo y por la libertad", comentó Lombardi en una rueda de prensa.
El portavoz eclesiástico subrayó que en el "pequeño incidente" chocaron dos "derechos" que se deben poder ejercer libremente en Cuba. Por un lado, señaló, están "los fieles que quieren estar con el papa y tienen el derecho de hacerlo sin complicaciones" y, por el otro, el "derecho de manifestar sus opiniones".
