REPORTAJE Solemnes procesiones activan turismo Guatemala en Semana Santa
Miércoles, 04 de abril 2012
Por Rubén Fernando Castellanos (dpa)
Ciudad de Guatemala, 3 abr (dpa) - Procesiones solemnes de Semana Santa activan el turismo en Guatemala, donde unos 70.000 turistas extranjeros llegará al país centroamericano en su mayoría atraídos por las procesiones tanto en Ciudad de Guatemala como en la colonial Antigua Guatemala.
La mayoría de éstos llegan procedentes de El Salvador, vía terrestre. El segundo grupo corresponde a Estados Unidos, de acuerdo con estadísticas del Instituto Guatemalteco de Turismo (Inguat)
Desde los los principales hoteles de la Antigua Guatemala se ha informado que antes del pasado domingo ya tenían el 80 por ciento de reservaciones.
Aunque en el centro histórico de Guatemala las procesiones son masivas y muy solemnes, los extranjeros prefieren el ambiente un poco más místico que se vive en la Antigua Guatemala, donde el diseño y la arquitectura de las casas y templos conserva el perfil de la colonia.
Las procesiones se inician antes ya antes de la Semana Santa. Los católicos, mayoría en el país, viven con mucha entrega y devoción estos días con distintas manifestaciones heredadas por la colonia española desde 1524, año de la conquista.
Fueron los españoles quienes trajeron algunas de las imágenes que se veneran en estos días y que durante siglos, según la costumbre, son sacadas de su templo en procesión, una vez al año. Otras imágenes fueron buriladas en el Nuevo Mundo, en la que hoy es Antigua Guatemala, entonces llamada Ciudad de Santiago de los Caballeros (1543-1773), por artistas criollos.
Los guatemaltecos han preservado esta herencia, que se limita a la simple procesión. Alrededor de las imágenes surgen otras manifestaciones artísticas que se han venido multiplicando y adaptando a nuevas formas más delicadas, durante siglos.
Una de éstas es la música. Existe en el país un amplio pentagrama de música sacra, con obras de maestros compositores desde la colonia y que en cada cortejo procesional una banda de filarmónicos interpreta, marcando el paso a quienes cargan las andas y, al mismo tiempo, emocionando, incluso hasta las lágrimas, a los devotos que observan el paso de Jesús Nazareno o de Cristo Yacente.
Cada imagen recorre las calles de su barrio o aldea, en ordenados cortejos, antes de enfilar hacia otras áreas del centro de Ciudad de Guatemala, o Antigua Guatemala, según sea el caso. Estas imágenes de Cristo son generalmente seguidas, en el mismo cortejo, por la imagen de su madre con una daga clavada en su pecho.
Son los hombres quienes cargan las pesadas andas de Cristo, y las mujeres quienes lo hacen con las de la Dolorosa. Los hombres se revisten con túnica morada y capirote o cucurucho, y las mujeres con vestido negro o blanco. Los niños también participan al lado de sus padres, también con túnica morada o vestido, según sea niño o niña.
El Viernes Santo, a las 3 de la tarde, después que el último de los Nazarenos cargando la cruz ha entrado a su templo, corresponde el turno a las procesiones de Cristo Yacente o "Santo entierro". En estos cortejos, todos los devotos visten revestidos con túnica negra. Las mujeres con vestido de luto.
Así llega a su fin, con cansancio, y ya entrada la madrugada del sábado de Gloria, la impreisonante conmemoración. Sólo queda la nostalgia y la espera del domingo de Resurección, cuando se recupera un poco de energía antes de volver al trabajo al día siguiente.
Una vez concluída la Semana Mayor, las hermandades (hay una por cada imagen que se venera) inician el trabajo de preparación y afanosas colectas para ofrendar el mayor esplendor posible a su amada imagen durante la Semana Santa del siguiente año.
Lo mismo ocurre en el caso de las familias que acostumbran elaborar impresionantes alfombras de aserrín teñido de colores, flores recién cortadas, pétalos, pino y corozo en el frente de sus casas, al paso del Señor.
