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Un hotel en Barcelona con alma de museo
Sábado, 02 de mayo 2012




















Reedición de lujo de uno de los hoteles más emblemáticos de Barcelona

El Hotel Claris evoluciona reconvirtiendo sus habitaciones en salas que albergan piezas inéditas de Arte Precolombino

Inversión de 12 millones de euros para conseguir sublimizar la esencia de la filosofía Derby; conjugar lujo y cultura

Reedición de lujo de uno de los hoteles más emblemáticos de Barcelona


El Hotel Claris evoluciona reconvirtiendo sus habitaciones en salas que albergan piezas inéditas de Arte Precolombino

Inversión de 12 millones de euros para conseguir sublimizar la esencia de la filosofía Derby; conjugar lujo y cultura


La “reedición de lujo” del Claris ha conseguido reactualizar el concepto de modernidad contemporánea que este hotel introdujo en nuestro país cuando fue inaugurado en 1992. De hecho, el nuevo hotel es más Claris que nunca: Se han rediseñado totalmente las habitaciones y cambiado completamente su decoración; también se han introducido reformas en la recepción y en su bar, el East 47; pero utilizando siempre el mismo lenguaje y expresión originales. De esta forma se ha conseguido transmitir una vez más el concepto de calidad que Derby Hotels Collection busca en todos sus hoteles. El resultado es un Claris intemporal, más fresco y evolucionado pero que sigue representando más que nunca la marca Barcelona.


Una de las novedades que el nuevo hotel Claris ha incorporado es la introducción de una selección de 200 piezas de arte precolombino de las culturas Maya, Chimú, Nayarit, Tairona, Quimbaya, Veracruz, Jalisco, entre otras, que complementan sus reconocidas colecciones de arte egipcio, romano y budista. Estas piezas, algunas de ellas nunca expuestas en España, forman parte de la colección privada que Derby Hotels Collection ha conseguido reunir durante 35 años a través de subastas internacionales, museos y coleccionistas. Esta es la carta de presentación de lujo del nuevo Claris que tras varios meses de discreta reforma y una inversión de 12 millones de euros ha conseguido sublimizar la filosofía de la cadena catalana: conjugar lujo y cultura.


Para un huésped que aprecia las sutilezas


Los clientes del Hotel Claris son personas que disfrutan con el arte, la cultura y el lujo, capaces de apreciar la calidad de los materiales y la sofisticación en que se mezclan los estilos clásicos con la modernidad más actual. Se trata de un sello que ha identificado este cinco estrellas gran lujo desde el momento de su apertura.


Situado en una de las zonas de moda del centro de la ciudad, a 100 metros del Paseo de Gracia; el Claris destaca entre las típicas manzanas del eixample barcelonés. Un palacio neoclásico del siglo XIX, el antiguo Palacio Vedruna, alberga este hotel que cuenta con 9.500 m2 de superficie total, 124 habitaciones y varios salones de reuniones (con capacidades desde 10 a 150 personas). Además, su oferta de ocio y gastronomía se dirige tanto a huéspedes como al público general tanto en su también reformada coctelería situada en la planta baja, el East 47, como en La Terraza del Claris cuyo restaurante permanece abierto todo el año ofreciendo actuaciones musicales en directo durante el verano. En este sentido, el Claris ha sido pionero en el sector abriendo su terraza y su bar a todo el mundo e integrando el arte en su decoración como si de un hotel-museo se tratara.


Refrescar el concepto Claris


20 años después, entrar en una de las nuevas habitaciones del Claris sigue generando la misma sorpresa que en su inauguración. La sensación de descubrir un espacio único, especial, genuino. Mantiene una decoración intemporal, basada en la utilización de materiales nobles de altísima calidad: maderas de raíz de olivo y erable, con marquetería de palisandro, suelos de madera de mervaux y roble envejecido, pan de oro en los techos y las paredes con decoraciones pintadas a mano, estucos, granito negro titanium de Brasil, mosaicos de vidrio y avventurina… Los cabezales de sus camas han sido moldeados y esculpidos por artesanos de la Escuela de Arte Moderno de Cuenca. Se juega con los contrastes entre lámparas originales y modernas, fotografías que conviven con cuadros clásicos y soluciones sorprendentes que esconden armarios o los convierten en los protagonistas de las estancias. Todo el proyecto ha sido realizado por el propio equipo de Derby Hotels Collection como es habitual en la empresa. A la reforma decorativa cabe añadir la mejora en las infraestructuras técnicas o la incorporación del ipod dock en todas las habitaciones

El nuevo Claris mantiene en el resto del hotel su elegante interiorismo. Se ha respetado la estructura del edificio y mantiene sus ascensores panorámicos en el gran patio que atraviesa el hotel y que le proporciona su cálida luz natural. El hall, impresionante, también ha evolucionado adquiriendo aún mayor dimensión gracias al juego de colores, iluminación y a una nueva recepción. La Terraza del Claris mantiene su estructura cubierta en invierno y abierta en verano con el restaurante y la sala Garden. Es también en la azotea donde se encuentra la piscina, la sauna y el gimnasio.


Acercar el arte al huésped

El arte, una vez más, juega un papel protagonista en el nuevo Claris. Todas las habitaciones del hotel albergan piezas de la espectacular colección de Arte Precolombino fruto del interés del presidente de la cadena, Jordi Clos, por las civilizaciones antiguas y sus expresiones artísticas. El objetivo es acercar al máximo el arte al huésped que podrá disfrutar también de las más de 70 piezas egipcias de un altísimo valor artístico e histórico repartidas por el hotel, en las zonas comunes o en el museo que se encuentra en la primera planta. Una colección cedida por el Museo Egipcio de Barcelona.

El juego entre arte y lujo se reproduce en todo el hotel: Mosaicos romanos de los siglos III y V d.C se mezclan con piezas milenarias del antiguo Egipto, mobiliario inglés del S. XVIII, kilims turcos del Siglo XIX, grabados de la Description de l’Egypte de la expedición napoleónica a Egipto del año 1821 o esculturas indias y birmanas de los siglos V al XIII.













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