Experimentar el misterio de los desiertos en hoteles "oasis"
Viernes, 02 de octubre 2012
Neyzen, la consultora especializada en la comercialización de viajes de alto standing por Internet, propone experiencias increíbles en medio del desierto árabe
Experimentar el misterio de los desiertos y de la herencia de la tierra antigua en maravillosos hoteles "oasis" es posible de la mano de Neyzen. Al Maha Desert Resort, ubicado en el desierto natural en Dubai, es una de las opciones que comercializa la consultora especializada en el diseño de viajes singulares. El área que ocupa representa el 5% de Dubai y es el territorio más grande dedicado alguna vez a un proyecto único en este país. Se trata de un oasis de lujo y encanto.
Ha sido construido al estilo beduino, con habitaciones lujosas equipadas con artesanía tradicional que ofrecen una estancia muy acogedora a todos sus huéspedes. Yace en un área de conservación donde reina la vida salvaje del desierto. Además, es el único resort donde los visitantes puden vivir una experiencia realmente bella y majestuosa en medio de la vida indígena.
"!Está situado a 45 minutos de la moderna ciudad de Dubai y constituye un verdadero paraíso convertido en resort. Una maravilla de confort y lujo erigido en pleno corazón del desierto. Un vergel de frescura y exotismo que se levanta entre una armónica oleada de anaranjadas y juguetonas dunas de fina arena.
Entre los territorios de Arabia Saudí y Omán, es posible amanecer sumergido en la inmensidad del desierto. Allí donde nadie puede llegar. Allí donde la naturaleza vive en estado puro. Donde todo parece estar lejos. El Al-Maha Desert Resort sorprende al visitante con una sección exclusiva de suites, delicads instalaciones de descanso y spa, y una gastronomía tan refinada como sofisticada. Un auténtico recóndito oasis donde sólo algunos, con Neyzen, podrán llegar.
(Al-Maha Desert Resort)
www.al-maha.com
Hospedarse al pie de la Montaña Blanca
Otra de las opciones que propone Neyzen es el Adrère Amellal, ubicado al pie de la Montaña Blanca, en el Oasis de Siwa, a 16 kilómetros de la ciudad del mismo nombre, en Egipto. Se trata, en este caso, de un auténtico hotel ecológico. El diseño, la mano de obra y los materiales empleados en su construcción proceden de la zona y todo lo que se come allí se cultiva en la propia huerta.
Sus paredes están hechas de piedra salina y para los techos fueron utilizadas hojas de palma. Cada una de las habitaciones es única, combinando estilo y distinción. Vale destacar que las construcciones realizadas en barro se combinan muy bien con el paisaje natural, y todos los muebles y tapetes son de origen artesanal.
Hay una variedad de actividades que pueden disfrutarse aquí: relajarse en la piscina cuyo agua proviene de cascadas naturales, excenta de toda sustancia química; refrescarse en el Lago Siwa; descubrir las dunas del Mar del Desierto; ir de excursión a Old Shali y su histórica fortaleza, o bien cabalgar por los terrenos poblados de palmeras y olivos.
Es un alojamiento muy atractivo para aquellos viajeros que buscan una experiencia única, de alta categoría en todo lo que se refiere al ambiente y a lo social. Una prueba del gran éxito de este eco-alojamiento fue la presencia del Príncipe Carlos de Inglaterra y de su esposa.
Sus 34 habitaciones y suites están amuebladas con sencillez, pero con una gran calidad. A pesar de la falta de electricidad, un sistema de calentador de gas permite que haya agua caliente, y la iluminación nocturna procede de faroles y velas, dándole un toque aún más encantador. Es todo lo contrario a un hotel 5 estrellas de la ciudad: no hay recepción, aire acondicionado ni electricidad; sólo una piscina y una sensación absoluta de tranquilidad y aislamiento, que ofrece la posibilidad de vivir como un bereber en medio del Sahara.
(Adrère Amellal)
www.adrereamellal.net
