Madeira despide el año por todo lo alto
Lunes, 17 de diciembre 2012
El archipiélago portugués celebra la llegada de 2013 con su tradicional espectáculo pirotécnico
Madrid 17 de diciembre de 2012 - La Navidad en Madeira adquiere siempre un carácter especial y más aún durante la última noche del año. El centro de Funchal se ilumina y llena de luz el Atlántico en Nochevieja cuando la capital madeirense es testigo de un increíble espectáculo pirotécnico. ¿Te animas a descubrirlo?
El archipiélago portugués figura desde 2006 en el Libro Guinness de los Récords como el mayor espectáculo del mundo tras ocho espectaculares minutos en los que 17 toneladas de fuegos artificiales inundan de color la bahía de Funchal. Toda la ciudad se vuelca en el recital de luces que iluminan el cielo madeirense para recibir el nuevo año y despedir al anterior de la mejor manera posible.
Sin duda, el lugar por excelencia para observar esta maravilla visual es Funchal, que cuenta con una bahía en forma de anfiteatro y permite a todos los presentes disfrutar de los fuegos y también de su reflejo en el mar.
Otro de los lugares privilegiados para disfrutar de este magnífico recital de fuegos artificiales es el Cabo Girão donde recientemente se ha instalado un increíble mirador con suelo de cristal que intensifica la sensación de altura sobre el mar y que ofrece unas vistas magníficas de la isla.
La Navidad en Madeira se vive siempre de una forma especial y se respira por cualquier rincón de la ciudad gracias a las espectaculares flores que visten las casas y calles de la isla. Además, numerosos conciertos a cargo de grupos locales y bandas filarmónicas otorgan a Funchal de un espíritu navideño único.
Las festividades en el archipiélago se inician a principios de diciembre coincidiendo con el montado de la Lapinha, el tradicional pesebre navideño, y justo cuando las confeitarias portuguesas empiezan también a lucir sus mejores dulces como el sabroso Bolo de Mel madeirense.
Acerca de Turismo de Portugal
Portugal guarda todo su encanto detrás de un perfil recortado, en una línea de arena y espuma, y acariciado por la brisa del mar. Poseedor de un misterio que perdura hace más de 800 años, este país es genuinamente diverso y aquí todos los dualismos surgen y se entrecruzan: el pasado y el presente, la herencia cultural y la alegría de vivir.
Lugar de sol y de mar, historia y cosmopolitismo, su monumentalidad confiere encanto a la vida y contrasta con la levedad de los espíritus relajados. Con una localización geográfica singular y vocación atlántica, la Costa Oeste invita a disfrutar de la naturaleza, de la playa, de la gastronomía y de la animación. En esta tierra de luz y sol, inagotable fuente de energía, el pasado refuerza el sentido del presente.
La Costa oeste de Europa divide sus encantos en cinco regiones continentales y dos insulares: Lisboa, Oporto y Norte de Portugal, Centro de Portugal, Alentejo, Algarve, y los archipiélagos de Madeira y Las Azores. Todas estas regiones ofrecen un extenso y riquísimo patrimonio monumental, artístico y arqueológico, con una gastronomía tan rica y variada como su paisaje. Un destino bañado por el sol y por 850 km de doradas playas que brinda noches llenas de cultura y ocio marcado por el ambiente cosmopolita de sus ciudades.
