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Destinos : Un viaje por los Estados del Sur de E.E.U.U
Por Chris Melzer (dpa)
























CHARLESTON/EEUU, (dpa) - Los barbudos que se encontraron en abril de este año en el puerto de Charleston vestidos con uniformes grises y azules lo hicieron como amigos. Sus antepasados, sin embargo, lucharon en el mismo lugar con mosquetes, cañones y bayonetas como enemigos acérrimos pese a ser del mismo país.

La Guerra Civil estadounidense empezó el 12 de abril de 1961 con el bombardeo de Fort Sumter y se convirtió en el conflicto más sangriento de la historia de Estados Unidos. Los habitantes de la zona recordaron este año con representaciones populares los enfrentamientos de entonces. Aunque el sur de Estados Unidos tiene en realidad mucho más que ofrecer.

Charleston tiene su época dorada detrás de sí. En los 100 años previos a la guerra era un centro político, cultural y sobre todo económico de Estados Unidos. Los paseantes pueden ver hasta ahora las antiguas villas de lujo y en el paseo marítimo se puede percibir aún el viejo esplendor del sur.

Al puerto en la desembocadura de los ríos Ashley y Cooper, el mismo desde el que se exportaba algodón a todo el mundo, llegaron también los esclavos a Estados Unidos. El Old Slave Mart Museum recuerda al duro destino de los africanos.

Pero en Charleston se encendió también la chispa de la guerra que conduciría a la abolición de la esclavitud. Los confederados bombardearon el bastión del puerto durante 34 horas antes de que los últimos soldados de la Unión depusieran las armas.

La única víctima fue un caballo, aunque en el posterior saludo a la bandera murieron dos soldados después de que sus cañones se dispararan muy temprano. Fueron las dos primeras víctimas de una guerra que se cobraría muchas más.

"Para muchos este tierra es sagrada, y yo creo que todo estadounidense debería haber estado alguna vez aquí", dice Rick Hatcher. El historiador lleva el uniforme verde de los ranger que custodian hoy el parque nacional de Fort Sumter.

Esta tierra marcó el destino de Estados Unidos, agrega. "Aquí empezó todo. El final de la esclavitud, la forma de los Estados Unidos actuales, nuestra tradición militar, los símbolos actuales: todo empezó aquí", reitera.

Los ferrys que cruzan en media hora al fuerte están repletos. "Tenemos todos los años unos 270.000 visitantes. También extranjeros, pero la cuota de estadounidenses es de 99 por ciento", cuenta Hatcher.

"Muchos inmigrantes eran reclutados ya en el barco. Al lado de los irlandeses, la mayor nacionalidad en el ejército de la Unión eran los alemanes. Hubo incluso una German Light Artillery", agrega.

Los turistas tienen una media hora antes de que el barco vuelva. El tiempo alcanza para ver los muros de ladrillo y las placas recordatorias, así como los inmensos cañones y la pequeña exposición. Si uno viaja en días soleados, la vista a Charleston es especialmente bella.

Los ladrillos para el fuerte eran traídos de Boone Hall, un par de millas al noreste. La finca es la "plantación más fotografiada de Estados Unidos", señala su propia publicidad. El que viaja a lo largo de la avenida descubrirá quizá un lugar conocido, el Mont Royal en el que vivía Orry Main (Patrick Swayze) en la serie televisiva "Norte y Sur".

"Seguimos cultivando algodón", dice Rick Benthall, uno de los propietarios. Cada año llegan 250.000 visitantes que pagan 18 dólares de entrada. También la guía menciona la serie de televisión cuando muestra a los visitantes la finca, vestida con un traje de la época.

En contrapartida, las barracas de los esclavos tienen un aspecto miserable. Son pequeñas cuadras de madera en las que vivía una familia entera en una habitación. El lugar recibe excursiones de escolares, así como a grupos de turistas a los que la dureza del lugar deja en silencio. Sólo las obras de teatro mostradas en la última cabaña relajan un poco la situación.

"Gulla" se llama la lengua y la cultura surgidas de las distintas culturas africanas. Incluso los estadounidenses tienen problemas para entender lo que se dice. Pero la trama habla por sí misma.

Ese tipo de cabañas se encuentra también en Atlanta, la gran metrópoli de los estados del sur. En el History Center, al que se llega bien desde el centro de la ciudad en bus, hay una reproducción de una plantación detrás del museo. Los niños pueden ver cómo se cultivaba entonces el algodón, quién lo hacía y en qué condiciones. "Queremos mostrar toda la historia del sur. Y eso incluye también el capítulo negro de la esclavitud", explica la guía Joanna Arrieta.

Por lo demás, el museo está dedicado casi por completo a la guerra. Se pueden ver mosquetes y sables, tambores y banderas. Algunos libros, relojes y cinturones con cartucheras tienen agujeros redondos. "Es por las balas de fusil de entonces, bastante grandes. Quien llevó este cinturón recibió aparentemente un disparo en la barriga", dice Arrieta.

La guía muestra también instrumental médico. "Con estas sierras se amputaron a veces cientos de brazos y piernas después de los combates. No había anestesia. Suena cruel, pero es la historia que debemos contar", insiste.

Hay muchas escenas de guerra reproducidas en vitrinas. El campamento de la tropa, por ejemplo, o una mujer vestida de negro que recibe la noticia de la muerte de su marido en el salón de su casa. "Bastaba una bala para llevar duelo y desesperación a toda una familia", reza la leyenda debajo.

Ya que se pretende justamente que los niños se hagan una idea de lo ocurido, la muestra tiene carteles de "Por favor tocar" e invita a los visitantes a probarse los uniformes.

Muchos turistas buscan un lugar en particular en Atlanta. Se trata de la casa Margaret Mitchell, en el centro de la ciudad. La construcción sencilla de madera está dedicada a la mujer que se hizo famosa con un solo libro, escrito capítulo por capítulo y desde el final al comienzo tras un accidente de equitación. El resultado llevó el título de "Lo que el viento se llevó".

"Ustedes ven los acabados originales de 1919", dice la guía sobre la habitación en la que se escribió la novela. "En el primer esbozo Scarlett se llamaba aún Pansey", cuenta con una sonrisa. "Creo que todos estamos contentos de que lo haya revisado". También el manuscrito de la película está en el museo.

Al costado está el retrato en tamaño real de Vivien Leigh como Scarlett O'Hara. "En la película estaba en la finca Tara", dice la guía. "Lo tenemos desde hace pocos años en el museo. El elenco de artistas se lo regaló primero a una escuela, que lo tuvo en el comedor". En el cuadro se ven las huellas de alguna batalla con comida.

"Era una mecanógrafa muy mala", señala la guía la máquina de escribir con la que Mitchell dio forma con dos dedos al clásico literario. La cocina, la tostadora, la cafetera y el resto de cosas son parte del legado de la escritora que siguió viviendo en su pequeño apartamento pese a ganar millones.

En el centro de Atlanta la atropelló un conductor ebrio y murió cinco días después en el hospital, a la edad de 48 años. Su tumba está en el cercano Oakland Cemetery. Los carteles indican el camino a la lápida con su nombre de casada, Margaret Marsh, fácilmente identificable también por las flores.

Si Estados Unidos está orgulloso de la representación de sus presidentes en Mount Rushmore, los estados del sur lo están especialmente por Stone Mountain. El peñón, el segundo monolito más grande del mundo, tiene un relieve mucho más grande que el de South Dakota. En una superficie del tamaño un campo de fútbol muestra al presidente de los estados del sur Jefferson David a caballo, al lado de sus mejores generales, Robert Lee y "Stonewall" Jackson.

Cuatro millones de visitantes llegan el año al lugar, sólo el Día de la Independencia, el 4 de julio, son 50.000. "Estamos orgullosos de los tres", dice Tony Belvedere. El hombre cuenta la historia del relieve, pero no quiere saber de un conflicto entre el norte y el sur. "Es sólo folclore. Puede ser que haya algunos que no aprenden nunca. Pero eso ya se terminó desde hace años", asegura.

La ciudad donde nació la Confederación fue Columbia. En la capital de Carolina del Sur se decidió en diciembre de 1860 la salida de la Unión. "Aquí la historia está mucho más viva que en el norte", dice el historiador Eric Emerson. "Millones de inmigrantes han diluido la historia en el norte. Pero aquí en el sur casi tuvieron lugar casi todos los combates de la guerra, todas las familias perdieron miembros y cada segunda casa era un hospital".

Interesante es también el State Capitols, el parlamento de Carolina del Sur. Tras un pequeño control la entrada es libre. Y se puede fotografiar los cuadros, los bustos y los documentos históricos.

El recinto dice mucho de la identidad del sur, así como la estatua de George Washington. A la pieza le falta un trozo del bastón del histórico ex presidente. "Dañado por un soldado de la Unión", apunta una placa a lo ocurrido hace 150 años.


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